Querida Gabi:
Haberte visto recientemente me ha movido muchos sentimientos y recuerdos vividos en el último año.
Como recordarás, el verano pasado (para vosotros el invierno piurano) estuve trabajando con vosotros durante un mes, intentando ayudar y colaborar con vosotros en esa maravillosa asociación que tu presides.
Quisiera saber explicarte lo que para mí significó esa experiencia vital. Siempre he pensado que el voluntariado recibe mucho más de lo que da y al menos eso ha sido lo que me ha sucedido a mi.
Fundamentalmente trabajé y colaboré con ASPOV, haciendo una gran variedad de actividades, tanto clínicas, como preventivas, formativas, etc.
La agenda que nos había organizado Carmen Minga (por cierto una excelente profesional y persona), era variada y completa, pues cada día teníamos una actividad distinta, ya fuera asistencial en los domicilios privados, en el hospital de Sullana o en Ludotecas, Orfanato, o en la propia Asociación, tanto para los pertenecientes a Aspov como para todos aquellos que lo necesitaban.
Como formativa (al personal sanitario del hospital, trabajadores del centro, familiares, GAM etc..).
Los fines de semana que teníamos libres los aprovechábamos para hacer algo de turismo o ir a La Tortuga contigo y otros voluntarios, donde pude conocer a Chiqui, y a esos niños tan vitales y alegres, ese pueblo lleno de carencias, pero con ese mar, esa playa…
Sinceramente creo que CANAT y ASPOV son dos maravillosas asociaciones (o una, con dos vertientes) cuya labor no sólo es elogiable y muy necesaria, sino que creo que son imprescindibles en Piura; ¡y si no existieran habría que crearlas! Debería existir algo igual o parecido en muchos otros lugares de Perú y del mundo.
La labor que hacéis no tiene precio, la cantidad de niños y adolescentes que habéis formado profesionalmente y sobre todo como personas, a lo largo de estos años debe llenaros de satisfacción.
El haber participado durante un mes en vuestro proyecto me ha llenado de orgullo, me ha hecho pensar que hago algo útil para este mundo y nuestra sociedad.
¡Ojalá pueda volver mas veces y seguir aportando algo a vuestra ingente labor!.
Cuando volví de Piura hice una sesión clínica en mi Centro de Salud, donde les expliqué a mis compañeros (médicos y enfermeras), lo que había hecho en mi mes de vacaciones, lo que hacía CANAT y ASPOV y cómo podían ayudaros (nº de cuenta del banco),
Yo me hice socio de “pro niños de Perú”, (nombre de la asociación formada por Fermina para recoger fondos).
La hija de una compañera enfermera me comentó que deseaba ponerse en contacto contigo para irse con otra amiga como voluntarias este año (ya sé que lo tienes todo organizado para ellas).
Hace una semana me enteré que venías a Granada, un solo día, en un viaje que tienes por distintos puntos de España y Europa con el fin de recaudar fondos y contactar con distintos colaboradores.
Espero que tu viaje sea un éxito total y que otra vez vengas con más tiempo para poder hacer algo de turismo y compartir mas tiempo contigo.
Me ilusionó volver a verte y compartir contigo unas horas y una cena. (Al día siguiente te ibas hacia Mallorca ). Fue poco tiempo el que compartimos en Granada pero intenso y gratificante.
Sigues con esa energía que desbordas y contagias.
¡Ojalá hubiera muchas personas como tú en el mundo, con esa capacidad de trabajo, de entrega!.
GRACIAS por ser como eres y por haberte conocido.
Espero verte muchas mas veces aquí o en Piura, pero quiero que sepas que en mi tienes un amigo para lo que quieras y precises.
Un abrazo.
Foncho Granada 08- Junio- 2015
MANITOS - CANAT - PERÚ 