Mathias Gramlich

Todo un año vivía en Piura, trabajando como voluntario en CANAT. Eso fue en 2014/ 2015.

Este año tuve la suerte de poder regresar a Piura y quedarme un mes allá. Una vez más me dí cuenta que el trabaja que hace CANAT es algo maravilloso y verdaderamente único.

El equipo trabaja con energía, paciencia y con mucho amor.

Yo mismo pasé un tiempo bonito, porque tanta gente me recibió con los brazos abiertos.

Hay un espíritu entre los/las trabajadores/as y voluntarios/as que nos une.

Me fui a mi país lleno de recuerdos bonitos y la fe en amistades fuertes que pueden durar años aunque unos estan lejos y separados.

Sólo me queda decir gracias. Gracias CANAT. Gracias Piura y gracias a toda la gente que me hizo tener un mes inolvidable.

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